Treinta radios convergen en el centro de una rueda, pero es su vacío lo que hace útil al carro. Se moldea la arcilla para hacer la vasija, pero de su vacío depende el uso de la vasija. Se abren puertas y ventanas en los muros de una casa, y es el vacío lo que permite habitarla. En el ser centramos nuestro interés, pero del no-ser depende la utilidad.
Lao Tsé.
Este concurso es una colaboración entre 200 Leguas Arquitectura, + Studio y GARCAM Arquitectura. La intervención se fundamenta en la relación entre el objeto a construir y el entorno, a través de una geometría que se orienta hacia las vistas y hacia el sur. La solución de los espacios exteriores permite que existan recorridos, áreas de descanso y relación con el gran volumen proyectado. Se establece una integración de sistemas sostenibles, tanto de la arquitectura bioclimática, como de las técnicas de ahorro y eficiencia energética. Existe una primacía del uso de materiales de bioconstrucción, como la cal, el corcho o la tierra cruda.
El concurso es una colaboración entre 200 Leguas y + Studio. Se planteó una intervención de carácter urbano que solucionaba las falencias de la ciudad en espacio público y zonas verdes. A través de una plaza superior se creó un vacío útil que sirve de soporte para actividades comunitarias de la población. En el nivel inferior, se desarrolla el programa del mercado de abastos y una serie de usos complementarios de carácter cultural. La filosofía de diseño contempla la sostenibilidad integral de la propuesta, a través de estrategias bioclimáticas y el uso de materiales de bioconstrucción.
Este concurso se realizó a través de los alumnos de Proyectos Arquitectónicos VIII de la Universidad Católica de Cuenca, en colaboración de las cátedras de Juan Francisco Cazorla y Guillermo Casado. El concepto implementado consiste en la reactivación de una zona muy degradada, como es el Centro Histórico de Quito, a través de una serie de intervenciones urbanas en vías y espacios públicos. Preponderó la activación del ambiente urbano a través de zonas verdes y la relación de estas, generando un concepto de ciudad sostenible y amable.
Este concurso se realizó a través de los alumnos de Proyectos Arquitectónicos VIII de la Universidad Católica de Cuenca, en colaboración de las cátedras de Juan Francisco Cazorla y Guillermo Casado. El concepto implementado consiste en la reactivación de una zona muy degradada, como es el Centro Histórico de Quito, a través de una serie de intervenciones urbanas en vías y espacios públicos. Preponderó la activación del ambiente urbano a través de zonas verdes y la relación de estas, generando un concepto de ciudad sostenible y amable.